La incorporación del niño a un centro de estudios (Nido-Colegio) es un proceso fundamental dentro de la socialización de los más pequeños, pues se inicia el reto de vivir en comunidad, sobrellevando o manejando conflictos y aprendiendo nuevas estrategias necesarias para una vida en sociedad.
Pero además representa muchas veces para el niño y hasta para la familia una crisis ante la inminente separación, por lo cual se hace necesario tener ciertos cuidados para permitir una adaptación sana.
Para facilitar la adaptación se brinda los siguientes tips:
1.Para preparar a un niño es importante que el padre o la madre trasmitan tranquilidad y seguridad, explicándoles que nada les va a pasar y manifestándoles su serenidad y alegría. Si el padre se angustia porque el niño llora o porque no quiere ir al colegio va a trasmitir su tensión al hijo, quien se sentirá más asustado y aumentará su temor.
2.Es recomendable llevarlo con anticipación a su nuevo colegio para que lo conozca y así no se sienta tan perdido el primer día de clases. Puede tener una visita donde conozca con anterioridad su salón de clases, el patio de juegos, el baño, etc.
3.Otra opción es facilitar que el niño participe en la etapa vacacional de actividades que se realicen en su colegio, ya que así se podrá ir familiarizándose con el ambiente, profesionales que trabajen ahí o con sus futuros compañeros.
4.Hay niños que se adaptan con más facilidad que otros a este tipo de cambios; por ello resulta importante respetar las características y el tiempo que se tome cada uno. Si usted conoce que su pequeño demora en adaptarse a situaciones nuevas, motívelo comunicándole lo que va a encontrar asistiendo (por ejemplo conocer nuevos amigos, conocer a la miss, y jugar nuevos juegos), evite mentirle pues solo hará que pierda la confianza en usted. Además, se puede coordinar con los profesores para que la separación de los padres sea gradual.
5.Para ir acostumbrándolo a que se levante temprano, el cambio de horario debería ser gradual. Días antes del inicio de clase empieza una rutina donde vaya levantándolo 15 o 20 minutos antes de lo acostumbrado, hasta que logre levantarse a una hora que le permita tomar desayuno y salir tranquilo al colegio. De la misma manera se le tendría que acostar también un tiempo antes, para que pueda dormir el número de horas apropiado a su edad.
6.Cuando el pequeño comienza a manifestar que ya no quiere ir o presenta excusas, debemos averiguar qué es lo que realmente le molesta o qué es lo que teme y buscar una solución al problema. Ayuda mucho conversar con la profesora para que sepa y pueda llevar a cabo medidas que hagan que nuestro niño nuevamente se sienta cómodo. Recuerde que ante sus temores o negativas no ayuda regañarlo, sino más bien transmitirle confianza en su capacidad de superarlo.
Todo proceso de adaptación o transición hacia algo nuevo debe ser llevado con serenidad y amor, si los chicos observan a papas seguros, ellos también asumirán el reto con seguridad.