El pintor Luis Orlando Cuevas Manchego, más conocido en el mundo del hampa como el “Loco Cueva”, “Dracula” o “Frankenstein. Estuvo preso 27 años y hace 20 que recupero su libertad.
Cuando su madre falleció tuvo que buscar como sobrevivir en las calles y sobrevivir en las calles no es fácil. Se dedico al robo, se rodeo de gente que lo único que podían hacer por su misma condición era solo alentarlo a seguir en el camino del delito.
“Yo he sido bandido de chibolo, he sido ratero, pájaro frutero, asaltante, homicida. He sufrido 27 años en distintas cárceles. Hace 17 años estoy gozando mi libertad. Tuve que darle valor a la pintura. Salir a pintar en las calles de Pucallpa. Me comía la mierda primero. Nadie me daba chamba. Pero como uno quiere trabajar, quiere rehabilitarse, quiere dejar la pendejada. Eso te cuesta, te cuesta lágrimas de sufrimiento.”
Existe una leyenda alrededor de este personaje en la que se dice que a los 14 años descuartizó a su hermano sordomudo, cocinó sus trozos en un perol de aceite, y selos comió.
Cree firmemente que una persona que ha hecho daño puede cambiar y es por esa razón que sus pinturas están inspiradas en personajes como políticos corruptos, delincuentes, terroristas, etc. Al paso que van nuestros gobiernos es probable que siga inspirándose en mas personajes de la política.
Sus obras se exponen en lugares importantes como la Escuela de Bellas Artes o Centro Cultural de España, estás se cotizan desde los 300 dólares y tambien son expuestas en el extranjero.
El arte cambia. El arte transforma. El arte rehabilita. “Soy un aborto, un monstruo de la prisión, que ha salido para compartir el arte. Desde el puñal al pincel, de la metralleta al pincel, el arte me ha rehabilitado, gracias a Dios.”