La depresión afecta a cualquier persona sin distinguir en edad, condición social o país. Puede alterar la capacidad de las personas para llevar a cabo tareas cotidianas simples, llegando incluso a ocasionar problemas en la relación con la familia, amigos y el trabajo. En el peor de los casos, la depresión puede provocar el suicidio, que actualmente es la segunda causa de muerte entre las personas de 15 a 29 años de edad.
Los problemas emocionales pueden empezar desde que nacemos, a través del vinculo con la madre. Si ella brinda al niño alimento y cuidado cada vez que este lo requiera, el vínculo será bueno; de lo contrario, podría surgir problemas emocionales .
“Un niño que sabe que su figura de apego es accesible y sensible a sus demandas les da un fuerte y penetrante sentimiento de seguridad, y la alimenta a valorar y continuar la relación” (John Bowlby).
La depresión afecta tanto a adultos como a niños, sin embargo, si tenemos en cuenta la falta de madurez emocional y la falta de recursos para manejar sus propias emociones, comprenderemos que en el caso de los más pequeños este trastorno puede ser altamente interferente en su desarrollo.
- Algunas características que suelen manifestar son las siguientes:
- Está de ánimo triste o irritable la mayor parte del día. Esto puede expresarse en forma de rabietas.
- No disfruta de las cosas que solían hacerlo feliz. Podemos observarlo como aburrido, sin ganas de hacer las cosas.
- Un cambio notable de peso o en la forma de comer, ya sea mucho o poco.
- El descanso se altera de forma que puede dormir poco durante la noche y mucho en el día.
- Tiende alejarse de las reuniones familiares o se niega a salir.
- Falta de energía o se siente incapaz de hacer tareas simples.
- Sentimientos de que no vale nada o de culpa. Esto a veces suele darse frente a la separación de los padres.
- Las calificaciones de la escuela pueden bajar.
- Los padres pueden ser notificados por la escuela por el mal comportamiento del menor.
- No se preocupa por lo que pueda pasar en el futuro.
- Achaques y dolores cuando todo está bien.
- Pensamientos frecuentes sobre la muerte o sobre el suicidio.
Un niño que no padece depresión también puede presentar uno de estos síntomas, pero cuando se presentan varios de estos en conjunto, casi todos los días, son señales de que algo esta pasando en el pequeño y lo mas probable es que sea depresión.
Por ello si el pequeño vive mucha tensión, ha experimentado una pérdida, presenta problemas de conducta o de aprendizaje y lo observa desmotivado para jugar o realizar actividades y lábil emocionalmente; le recomendamos una evaluación oportuna, para dar paso a un tratamiento llevado a cabo por especialistas; recuerde que la atención oportuna puede ser de gran ayuda.