Millones de personas en todo el mundo hemos experimentado tristeza en algún momento de nuestra vida. Sin embargo, reconocer la diferencia entre un diagnóstico de depresión y la emoción de la tristeza puede ayudar a una persona a procesar ambos de una manera saludable.
Sentirse triste es uno de los síntomas principales de la depresión, pero no son lo mismo. Informarse sobre las diferencias puede ayudar a una persona a reconocer que necesita ayuda profesional.
En este artículo, te ayudamos a conocer esta distinción y te sugerimos opciones de tratamiento para la recuperación de la depresión.
La tristeza
La tristeza es una emoción humana normal que toda persona experimentará en algún momento de su vida por circunstancias penosas o dolorosas. Por ejemplo la perdida o ausencia de un ser querido, una separación o divorcio, el despido o los problemas económicos pueden afectar nuestro estado de ánimo de manera negativa.

Sin embargo, una persona que experimenta tristeza generalmente puede encontrar cierto alivio al llorar, o hablar de sus frustraciones. Normalmente la tristeza es causada por algún evento específico.
Por otro lado la tristeza generalmente pasa con el tiempo. Pero si no pasa, o si la persona se vuelve incapaz de reanudar su vida con Normalidad, esto podría significar un indicio de la depresión. Si el estado de ánimo bajo empeora o dura más de 2 semanas, se debe buscar a un especialista para descartar un cuadro depresivo.
La depresión
A diferencia de la tristeza, la depresión es un trastorno mental que llega a tener un efecto abrumador en distintas áreas de la vida de una persona. La depresión la puede sufrir una persona sin importar el género o edad y altera los comportamientos y actitudes. Los síntomas de la depresión incluyen:
- Sentimientos de desánimo
- Tristeza
- Desesperanza
- falta de motivación
- una pérdida de interés en actividades que el individuo alguna vez encontró agradable
En casos graves, la persona puede pensar o intentar suicidarse. Es posible que ya no tengan ganas de pasar tiempo con su familia o amigos y que dejen de practicar sus pasatiempos. Si estos sentimientos duran más de 2 semanas, un profesional de la salud puede diagnosticar a la persona con trastorno depresivo mayor.
Los síntomas del trastorno depresivo mayor incluyen:
- Un estado de ánimo deprimido diario que dura la mayor parte del día, casi todos los días, con signos notables de desesperanza y tristeza
- Pérdida de interés en las actividades normales durante un largo período de tiempo
- Pérdida o ganancia de peso significativa e involuntaria
- Insomnio o aumento de las cantidades de sueño que afectan los horarios normales
- Cansancio y baja energía
- sentimientos de culpa excesiva a diario
- Incapacidad para concentrarse o tomar decisiones
- Pensamientos recurrentes acerca de morir, pensamientos suicidas, intentos o planes de suicidio.

Psicoterapia y consejería
La psicoterapia implica hablar con un profesional capacitado. Un terapeuta puede ayudar a identificar áreas problemáticas, enseñar mecanismos de afrontamiento y educar a una persona sobre las realidades de la afección.
Dependiendo de la intensidad de los síntomas y la presencia de algunos (como ideación suicida constante) es posible que el paciente necesite una interconsulta psiquiátrica a fin de llevar de forma paralela un tratamiento farmacológico.
Se espera que el tratamiento farmacológico disminuya en la medida de que la psicoterapia dote de las herramientas necesarias y la ayuda que la persona necesite para ir superando el trastorno.
De igual forma un diagnostico por depresión requiere el apoyo y comprensión de la familia. Muchas veces la falta de información hacen que se confunda la tristeza por depresión dejando de ver lo grave o peligroso que puede ser padecer de este ultimo.