El Síndrome de Tourette (ST) es un trastorno neurológico que se manifiesta en la infancia y se caracteriza por tics, que son movimientos o sonidos involuntarios, repetitivos y rápidos. Aunque el ST puede ser un desafío, es importante entender que los niños con este síndrome pueden llevar una vida normal y productiva.
Causas y factores de riesgo
Aunque la causa exacta del Síndrome de Tourette es desconocida, se cree que está relacionada con cambios genéticos que provocan problemas con ciertos químicos en el cerebro. Estos químicos afectan los nervios que controlan los movimientos, el comportamiento, las emociones y los pensamientos. Es más probable que un niño padezca del ST si un miembro cercano de su familia también lo tiene. Además, se ha observado que el ST es más común en varones.
Síntomas y tics
Los niños con el Síndrome de Tourette (ST) experimentarán una variedad de tics, tanto motores como vocales.
- Los tics motores simples son movimientos descontrolados, cortos y rápidos de una sola área del cuerpo. Ejemplos comunes son cuando el niño parpadea un ojo, rechina un diente o da pequeños golpes con el pie. También puede morderse o golpearse a sí mismo, encoger los hombros o arrugar la nariz.
- Los tics motores complejos ocurren cuando el niño tiene varios tics motores simples a la vez.
Los tics vocales también pueden ser simples o complejos:
- Los tics vocales simples son cuando el niño hace ruidos y sonidos descontrolados.
- Los tics vocales complejos son cuando el niño expresa palabras o frases sin tener control sobre lo que dice. Ejemplos comunes son cuando el niño ladra, carraspea o grita. También podría hacer sonidos de succión, decir maldiciones o cosas inapropiadas.
Los tics pueden empeorar cuando el niño está solo, estresado o emocionado. A veces, los niños pueden sentir una sensación de advertencia antes de que comiencen los tics, como sentir frío, calor, comezón, hormigueo o pesadez. A medida que el niño crece, es posible que los tics desaparezcan por sí solos.
El diagnóstico del ST se basa en la observación de los tics y la duración de los mismos, que deben haber estado presentes durante al menos un año. El médico también preguntará sobre el historial de salud del niño y realizará exámenes para revisar la función cerebral del niño. Además, se considerarán otros trastornos que a menudo ocurren junto con el ST, como el TDAH, TOC, ansiedad y trastornos del estado de ánimo.
Tratamiento
El tratamiento para el ST puede no ser necesario en todos los casos, ya que los tics pueden volverse más leves o desaparecer durante la adolescencia. Sin embargo, si los tics son dolorosos, perjudiciales o dificultan las actividades normales del niño, se pueden administrar medicamentos. Los medicamentos utilizados dependerán de las otras condiciones que padezca el niño y pueden ayudar a disminuir los tics y controlar la ansiedad, los cambios de humor o el comportamiento agresivo.
Puedes apoyar a tu niño de la siguiente manera
1. Educación y comprensión: Aprende sobre el síndrome de Tourette y comparte esta información con otros miembros de la familia, amigos y profesores. Cuanta más comprensión haya en el entorno cercano de tu hijo, mejor podrán apoyarlo.
2. Comunicación abierta: Fomenta un ambiente de comunicación abierta en el hogar. Anima a tu hijo a hablar sobre sus experiencias, emociones y desafíos relacionados con el síndrome de Tourette. Escucha atentamente sin juzgar y bríndale apoyo emocional.
3. Establecimiento de rutinas y estructura: Las rutinas predecibles pueden ayudar a reducir la ansiedad y el estrés en los niños con síndrome de Tourette. Establece horarios regulares para las comidas, el sueño y las actividades diarias. Esto proporcionará estabilidad y un sentido de seguridad para tu hijo.
4. Busca apoyo profesional: Considera involucrar a un terapeuta especializado en el manejo del síndrome de Tourette. El terapeuta puede trabajar con tu hijo para desarrollar estrategias de afrontamiento, mejorar la autoestima y reducir los síntomas asociados.
5. Fomenta intereses y actividades positivas: Ayuda a tu hijo a descubrir y participar en actividades que le interesen y le brinden alegría. Esto puede ayudarlo a desarrollar habilidades, aumentar la confianza en sí mismo y distraerse de los tics y las dificultades asociadas con el síndrome de Tourette.
El Síndrome de Tourette puede presentar desafíos únicos, pero con el apoyo adecuado, los niños con este trastorno pueden prosperar. Aunque el camino puede ser desafiante, recordar que cada niño es único y que los tics no definen a su hijo.